sábado, 20 de diciembre de 2008

Anticipación de un regreso



Astolfo nunca supo si fue por delirio, por locura o si fue simplemente un sueño. Lo único que supo es que lo sintió. No supo si vino a través de sus sentidos, si fue producto de su imaginación. Sólo supo que así lo vivió. Sus piernas temblaron cuando sintió que aquella a quien le había llenado el estómago de balas, ahora estaba frente a él, acariciando su rostro y confesándole su amor.

Sintió cómo varias gotas de sangre, provenientes del brazo de Y…, escurrían lentamente ahora por su rostro. Cerró sus ojos, para salir de la ilusión. Al abrirlos ya no estaba. Sin embargo, al mirar atrás, se dio cuenta que ahí estaba ella, con la misma sonrisa fría de siempre y afirmando que ahora controlaría su vida para siempre. Giró su rostro nuevamente y pensó: -¿Ha llegado la hora de enloquecer?-.

Para Astolfo fue normal el no sorprenderse cuando dulcemente Y… le dijo ha su oído: -No, aún no es el momento-. Astolfo sonrió, y entre nostálgico y alegre tomó una copa de vino, parte de la cual se escurrió en su pecho. Echó a reír, se puso frente a Y… y casi a gritos exclamó: -Si no es el momento, vete, déjame en paz-. Y…, sorprendida, le dijo entre suspiros: ¿Cómo quieres que me vaya, si para desear tal cosa me consultas?-. -Te extraño – confesó Astolfo - te amo, pero no te necesito, si he de volverme loco, ha de ser sin ti… lárgate al infierno del que provienes, y has de cuenta que esto sólo fue un sueño. Ya nos hemos hecho daño suficiente -. Y… lo miró algunos segundos y se despidió así:

- Me iré, sólo porque aún no es el momento. Pero cuando enloquezcas seré yo quien viva por ti. Serás un narcisista y sólo así sentiré que me amas-. - Ansioso espero tu regreso, ahora vete – exclamó parco Astolfo-. Y… desapareció al instante.

jueves, 16 de octubre de 2008

PRÓSPERO

No me importa hasta qué punto esté bien o mal... el miedo que tengo al oscilar entre dos personalidades (o tal vez más), hace que está creación sea la más excitante y al mismo tiempo la más compleja... Las últimas veces fue comedia.... esto es una exageración de Allan Poe... sentir repugnancia por la mayoría y deseos caníbales por algunos me ha convertido en algo que va más allá de la misma bestia. Primera noche de rodaje... pero me falte explorar más, así en la vigilia no pueda ser yo mismo

viernes, 12 de septiembre de 2008

Fragmento del diario de Luka en Rusia




¡Sintiendo empatía a las malas!

Me asusta no recordar… me asusta no saber de dónde vengo… me da miedo, como dice la señora Popava, ser un extraño ser que solamente existe… y ya… nada más, como un maldito vegetal sin consciencia de sí… Recuerdo que tuve un padre… y murió, no sé a qué edad… no sé si vivió tanto como yo he vivido… no sé si era anormal, como yo. No recuerdo su rostro, su cara, nada… eso es todo. Me aterra la inmortalidad, le tengo pavor…

Me pregunto qué hago en este lugar… no lo sé… tampoco lo recuerdo… pero debe ser por alguna razón. Soy consciente de que si quisiera irme lo haría, o al menos podría estar en otro lugar al mismo tiempo. Pero cada decisión de mi vida tiene una razón de ser. No me iré de acá hasta descubrirlo. ¿Acaso quería ser siervo para aprender la paciencia? ¿Vine acá por Popova, por Nicoclai Mijailovich, por Tobi?

Al fin y al cabo ya estoy acostumbrado… o ¿acostumbrada? ... Me agrada ser mayordomo ¿o sirvienta? Pero por encima de todo me encanta estar al lado de Popova, y ver si es posible expulsarla de su estado letárgico y estúpido en el que ahora se encuentra. Lo hago porque en ella me siento yo mismo… pero yo tomé la mejor decisión, a pesar de que Oscar aún estaba en vida. Al igual que Nikolai Mijalovich, Oscar me era infiel, me trataba con injusticia y crueldad. Yo, al igual que Popova a Mijalovich, amé apasionadamente a Oscar, con todo mi ser, como sólo puede amar una cosa como yo… porque no soy más que eso, una cosa… le entregué mi felicidad, un pedazo de mi vida… mis bienes… cuando descubrí su engaño, opté por la mejor decisión… asesinar su alma, para que desde ese momento hasta su muerte sufriera como una rata, como una maldita rata…

Mijalocich ha muerto hace cuatro meses, y no entiendo con exactitud por qué Popova aún guarda su luto y no entrega su cuerpo a algún hombre, ya que en esta tierra son abundantes. ¿Aún lo amará? ¿Realmente quiere demostrarle fidelidad hasta su muerte? Si es así es una fatua… pero creo más bien que ella tiene esa conducta para llamar la atención y darle su vida al mejor pretendiente… sí, espero que sea así… pero ya es hora. Mientras espera se está muriendo por dentro. Tal vez alguna vez escuché su historia, después de lo de Oscar, y por eso vine acá… para ayudarla… porque me siento ella.

No me siento solo, como hace unos meses, pero no por ello descarto la idea de compartir mi vida con alguien, sea con algún hombre o mujer, da igual… pero ¿quién se fijará en mí? Nadie!!! ¿Quién se fijaría en algo que no es ni hombre ni mujer, que no envejece y que, por lo tanto, no es humano? ¿Qué hice para que Oscar me amara? … ¿qué hizo él para que sea uno de mis únicos recuerdos? Pero no!!! No buscaré a nadie hasta descubrir qué hago acá… mientras eso no ocurra, seguiré siendo el sirviente de esta casa ¿o la sirvienta? En fin, seguiré barriendo y limpiando el polvo…. Seguiré secando las lágrimas de Popova y cuando ella reaccione, tal vez en ese entonces, me marche, y siga vagando por el mundo como siempre… al fin y al cabo ella morirá algún día y quizás yo nunca muera… cuando ella muera me podré ir… aunque sería frustrante no saber por qué estoy encerrado en estas cuatro paredes, compartiendo un luto que no es el mío… ¡sintiendo empatía a las malas!

viernes, 22 de agosto de 2008

De cómo Parménides tenía razón...


En la sala. Hacía mucho frío. No tenía mucho trabajo. Decido tomar un tinto. Está igualmente frío. Lo acabo rápido. No había nada qué hacer. Ya estaba sentado en el sofá. Siete personas conmigo, entre las cuales ella. Tuve que escuchar. Nada cambia. Su postura... sus ansias de llamar la atención. Su excelente oratoria a la hora de desprestigiar a las mujeres para implícitamente hablar bien de ella misma. Su ego insatisfecho... igualmente insatisfecho. Ha pasado mucho tiempo. Nada cambia, nada fluye. Los mismo chistes, los mismos comentarios. Los mismo movimientos... qué aburrido. Tomo una papeleta de azúcar y me la echo a la boca. Otra papeleta, otra más. No sé cuantas tomé. ¿Lástima? Tal vez... sí, tal vez esa fue mi sensación. Pobre, detrás de su risa estridente debe haber la misma esquizofrenia de siempre. Las mismas ansias de estar en medio del mundo clamando piedad... a ese mundo que odia, porque todo él, es mejor que ella... también al verla sentí ganas de subir su falda y acostarme con ella... Nada cambia

domingo, 10 de agosto de 2008

algo en relación a lo más abstracto...




Si un hombre está solo, le es difícil encontrar a alguien. Pasa algo de manera tal que somos casi imperceptibles, carecemos de interés. Tratando de entender qué es lo que sucede, corrí a buscar la definición de "amor" (lo más abstracto). Según la Real Academia el amor es un "sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser". Nada mejor, creo, para aclarar lo que he dicho. Al estar solos somos "insuficientes", algo nos falta, estamos incompletos. Esa insuficiencia genera precisamente el hecho de que seamos imperceptibles. Esa necesidad de unión con otro ser es casi imposible de saciar y sólo se logra esto último en un golpe de suerte. Uno maravilloso, donde el encuentro con la mujer es perfecto. ¿Qué pasa después? Ya no somos insuficientes y por lo tanto ahora somos perceptibles. Tenemos el poder, tenemos aquello que puede saciar la necesidad de cualquier mujer... son ellas quienes nos buscan, pero no estamos solos. Hay personas sensatas, que tienen claro lo que quieren. Hay otros (como yo, o el niño de la foto) que simplemente no medimos alcances y aprovechamos tal poder, tal vez porque pocas veces se tiene. Eso pensaba al despertar y recordar a L..., la mujer más hermosa del lugar. Mientras M... estaba de viaje, quedé aparentemente solo, pero con una necesidad ya saciada, no era insuficiente. Juro que no quería ir al lugar. Fui por petición de un amigo, no más. Al entrar me sentí aburrido, quería irme. Pero L... estaba allí, mirándome fíjamente. Cruzamos las miradas varias veces y siempre la mantuvimos al menos algunos segundos. No lo resistía más. Era hermosa. Cada segundo sin hacer nada era un reproche que me hacía. Le indiqué desde lejos que si quería bailar conmigo. Corrió hacia mí. Bailamos. Fuimos a la barra, lejos de todo el mundo. Mi aspecto realmente no era el mejor, pues había ensayado toda la tarde y además estaba cansado. Sin embargo, era yo quien tenía el poder y ella quien necesitaba saciarse. L... me miraba con ternura, con amor. Eso me asustaba, pero disfrutaba cada segundo. Sus besos empezaron a ser más frecuentes, más cercanos. Afirmó que desde esa noche creía en el amor a primera vista. L... suspiraba con frecuencia, y no quería que la soltara ni un momento. Aún no se ha saciado por completo, ella quiere más. No me refiero necesariamente a sexo. Ella quiere estar segura, estable, sin tambalear. Ella también quiere tener el poder, aunque no sé si así funcione también en las mujeres. Me gusta, aunque ya tenía saciada mi necesidad, ya estaba al encuentro con M... ¿Qué haré? No sé hasta donde debo llegar, pero llamaré a L... y decidiré qué hacer.

martes, 29 de julio de 2008

Empezando de comienzo a fin.... o al contrario, que aunque no es lo mismo, es exactamente igual....

Una conversación interesante entre mi amigo "el paisa" y yo. Acá vá...

Yo: ¿Usted puede tener una conversación absurda conmigo?
Andres: Depende qué quiera decir con absurda
Yo: No lo sé, en todo caso creo que con usted sólo se pueden tener conversaciones absurdas
Andres: Bueno, inicie
Yo: Ya he iniciado, pero ud creyó, por el contrario, que ya había comenzado.
Andres: Yo no creía que había empezado, creía que ud iba a empezar sin saber que ya había empezado. Debería aclarar cuándo quería empezar, porque no sé cuándo debería empezar yo...
Yo: Creo que ud tiene una confusión... ha con-fusionado el comenzar con el empezar, suponiendo erróneamente que el principio de una cosa es lo mismo que su inicio o su comienzo...
Andres: Pero si el comienzo es un inicio, ¿qué diferencia puede haber entre un inicio y un comienzo? Si yo inicio desde del comienzo es lo mismo que comenzar desde el inicio, de ahí que el inicio sea en el comeinzo y no al contrario, por este motivo puede ser parecido o igual...
Yo: Pero ¿qué pasa si ud comienza por el final? Segúramente a ella no le va a gustar..!
Andres: Pero a ella le gusta empezar por el final y terminar en el incio, es decir, que el final sea más apasionante. Por este motivo, aunque el final puede ser emocionante, el inicio puede serlo aún más y de ahí que, dado que estaba bajo la espectativa, él sintió la emoción y metió gol...
Yo: ¿Al principio????????
Andres: Sí!, ¿no ve el arbitro? inició el partido al inicio, no al final, ya que después del final está el descanso...
Yo: Ah claro, usted es de esos que piensan que hay un descanso eterno luego del final...
Andres: Pues, si no hay descanso, es que no ha llegado al final... si después del final sigue, entonces no ha llegado al final...
Yo: ¿Pero acaso no se sigue?
Andres: Por eso, no se sigue... entonces si nos se sigue, lo que decía al incio se sigue... es decir, el mundo existe... bendito sea ese gol!!!
Yo: ¡Claro! Tiene razón. Empreo, algo me preocupa... ¿qué pasa si el otro equipo hace un gol?
Andres: Depende: si el gol es en el incio, es decir, después del final, el gol puede significar dos cosas: una, que el arquero es marica o, la otra, que el goleador es astronauta... Bueno, si lo hace antes del final, entonces no son ni maricas ni astronautas, son fiajoders, saltan y saltan hasta que hacen el gol, el arquero es de Viena...
Yo: Me preocupa que hagan gol antes del inicio. ¿Qué ducedería un caso tal?
Andres: No se preocupe, es una buena señal... lo que sucede es que antes del inicio está el final. Por qué??? fíjese que todo es una interacción entre contrastes, por este motivo, antes del incio está el final (contrastes!!!!), ahora, el gol puede ser en el inicio.... ahora, como antes del incio está el final, lo que sucede es que el gol es un milagro, es lo que da alegría, nos salvo el partido!!!!!!!! y allá está, el trofeo de toda una historia de sufrimiento, lucha y sangre, la luna está con nosotrs y fija nuestra frente, nuestro límite, y el sol lo rompe, para dar paso a la gloria y la inmortalidad... el sol es nuestro dios, quien abre nuestra conciencia y estallamos en un cúmulo de emociones....
Yo: Has caido en contradicción querido amigo.
Andres: ¿sólo una? dime, en qué consiste compañero!
Yo: ¿Quieres saber cómo has caído?
Andres: Por el perro, ¡claro que lo deseo!
Yo: Has perdido el equilibrio... te tropezaste sobre el pasto en el momento en el que, alzando tus manos has exclamado con fervor que el inicio queda después del final y luego sin pudor has exclamado que antes del inicio está el final. Pero tranquilo, no llores, no te has fracturado...
Andres: Gracias, gracias por hacerme saber mis estupideces... lucharé, y espero que mi sabiduría proteja mi cuerpo, mis huesos y mi corazón, ¡sólo así seré goleador! Todo se puede con los dedos!!
Yo: Ahora has empezado en un comienzo falso al afirmar que el comenzar era igual al empezar, eso te ha llevado a contradicción, tu razonamiento, por lo tanto, es correcto. Tu conlusión no sólo es cierta, además es verdadera...
Andres: Uhh, si el bien está abajo y el mal arriba, entonces seguiré el camino, ¡allá apunta el sol!!! si lo absurdo es lo correcto y verdadero, ¿por qué he de seguir hacia abajo???
Yo: Depende del color de tus bóxer... ¿estás cansado?
Andres: Un poco, debo dirigirme a mi morada... aún no he pintado mi casa. Espero que la felicidad y la actitud goleadora te acompañen, aunque la suerte no.
Yo: Gracias, tú deja de perseguir niños menores, es demasiado bueno para tí...
Andres: Absolutamente siempre escucharé y seguiré tus consejos, por este motivo haré caso omiso a lo que dices. Que la fuerza no te acompañe y logres todo con ella!
Yo: Hola, fue un gusto haberme despedido en el comienzo, despedirme en el inicio e irme al baño al empezar...
Andres: Sigue, que sea placentera. Entonces, ésta es mi despedida: ¿cómo estás??
Yo: Sentado, y es placentero...
Andres: Ja ja ja, qué buen sentido del humor tienes, aunque no eres gracioso. Compañero, te dejo... Hola...
Yo: Hola!

martes, 15 de julio de 2008

EL DÍA MÁS FELIZ DE MI VIDA

Fue glorioso, inolvidable...

martes, 8 de julio de 2008

Misión Casi-que-Imposible

Al cerrar los ojos y advertir que los otros tres se habían callado y estando dispuesto ya para dormir, el joven A.... suspiró y dejó dibujar en su rostro una leve sonrisa. Cuando se separó de sus amigos en el metro, las esperanzas de que algo iba a suceder eran casi nulas. A.... había buscado a la señorita D.... de diversas maneras y casi nunca logró comunicarse con ella. Los momentos que tenían para hablar eran fugaces y por eso mismo irrelevantes para los motivos del joven A.... .

Era la última noche, "¿cómo pasar por aquella ciudad sin acostarse con una mujer?", pensaba el joven A.... En el metro, sin embargo, parecía resignado. Espero hasta la última estación y comenzó a caminar por las calles con un paso más bien lento reflexionando sobre lo que para él podría llegar a significar esa semana en la que casi no durmió.

Pronto llegó a casa del señor E..., quien muy amablemente lo recibió con una botella de trago típico de aquella región. Tomaron, hablaron y recordaron anécdotas, pues ya hacía mucho tiempo no se hablaban. El tiempo pasaba y los cigarrillos y el trago iban desapareciendo. Cuando se acabó por completo el alcohol, bajaron en busca de una cerveza. En un descuido del señor E... el joven A... se comunicó con la señorita D... ya con resignación.

Diez minutos después de la llamada, A... iba en un taxi para recoger y re-coger a la señorita D... en las puertas del supermercado donde trabajaba. Era la última noche, al otro día tomaba ciaje a las 7:30. No había tiempo y sin embargo él quería que todo fuera más despacio. Pensó en eso unos segundos, pero se lo adjudicó a su leve estado de embriaguez. Preocupaba otra cuestión. El señor A... no recordaba el rostro de la señorita D... sino apenas sus senos, esos que aferraba a su pecho dos noches antes al bailar. Sabía su nombre y recordaba que ella le había dicho que quería ser monja. - ¿Estará lo suficientemente guapa para inveritr en ella tiempo?- decía A... para sí mismo.

El taxi llegó al lugary A... pensó que D... era más que suficientemente guapa para invertir no sólo tiempo sino también dinero. -Sube- le dijo A... con un tono un tano altivo. Al subir D... besó la mejilla de A... de tal modo que alcanzó a rozar sus labios. Angel la abrazó y sin dudarlo la besó intensamente. Se miraron a los ojos, se rieron y luego se besaron como animales hasta llegar a la 70.

La botella de que pidieron en el bar no era necesaria. Tomaron apenas dos copas cada uno, pero ambos sabían que no había tiempo, y A... a su vez, quería ir muy despacio. Llevaron la botella en el bolso de la señorita D... y salieron por otro taxi con rumbo a algón motel. En el nuevo taxi se besaron también como animales, casi no se conocían la voz, de hecho casi no se conocían. Ambos querían hacerlo, pero en un sentido muy particular. Al subir las escaleras, ella paró, lo miró y le dijo: -¿Qué está pasando? Todo ha sido tan rápido y nisiquiera había notado lo bello de tus ojos"- A... la miró, sonrió y le respondió: - yo tampoco había notado lo bello de tus ojos, siempre había notado lo bello de tus senos". Ella respondió con un beso. Al entrar se desahogaron, como si lo encesitaran por alguna extraña razón. No querían parar, pasaron varias horas. A... y D... se entregaron el uno al otro como si jamás se volvieran a ver, como si estuvieran despidiendo al amor de sus vidas para siempre, a pesar de que se estaban apenas despidiendo un par de desconocidos.

Al llegar al hotel, C... abrió la puerta de la habitación. A.. le dijo: -Lo siento C... mi cuerpo huele a amor. Todos rieron, comentaron algunas palabras mientras molestaban a A... . Al cerrar los ojos y advertir que los otros tres se habían callado y estando dispuesto ya para dormir, el joven A.... suspiró y dejó dibujar en su rostro una leve sonrisa. En una hora tomaba el viaje de regreso.

martes, 10 de junio de 2008

CARTA A MI HERMANO




Desnucadero (uno de los tantos), 10 de junio de 2008

DE LA ROSCA A LA HERMANDAD: 61 DÍAS DE MIERDA Y 266,666666666666666666666666666667 DE AMISTAD
-Carta inédita de Sir. Cabellero Legan a Sir. Caballero Ilomak -

¿Cuánto tiempo real caga uno en 8 años? Hagamos un pequeño análisis: supongamos que promedio cagamos tres veces al día con una duración de diez minutos aproximadamente —insertando allí el tiempo en que uno se demora mirando el techo, la pared, o nos rascamos las pelotas a la vez que estamos pensando en cualquier cosa mientras nos desocupamos poco a poco—. Esto nos da como resultado 30 minutos promedio de cagar al día. Multiplicando tal tiempo por los 365 días que tiene el año, tenemos como resultado que cada año invertimos en el baño alrededor de 10950 minutos, que es lo mismo que 182 horas y media al año. Multipliquemos ahora esto por los 8 años en mención y tendremos 1460 horas. Si tenemos en cuenta que en 8 años hay dos bisiestos entonces el cálculo más exacto que podemos hacer para medir el tiempo de cagar en 8 años es de 1461 horas o, lo que es lo mismo 60.875 días. Sumemos a esto algún estreñimiento, diarrea o “pajaso” y digamos que son 61 días sentado en el inodoro los que usted ha dedicado a tan importante labor —no sólo, se puede decir, desde el punto de vista biológico, sino también desde un punto de vista filosófico, teniendo en cuenta que las mejores ideas se elaboran muchas veces a la par de la mierda—.

No sé si lo habrá notado, pero ése es el tiempo aproximado que usted ha gastado en dedicarse a la ingente labor de “devolver las atenciones”. Ahora bien, a usted, honorable Sir. Caballero Ilomak, editor de la cartilla Cuquito: “el ABC de la natación”, quisiera recordarle que nos conocimos en el año 2001, lo que implica que de los 8 años que he venido analizando anteriormente, usted ha compartido una tremenda cantidad de tiempo conmigo. Haré el análisis de los años 2002 y 2003, años en los que tuvimos el privilegio de luchar bajo el mando del honorable Guauxto 10, el Emperdador Car Car, los gobernadores Melvin y Alón, y donde peleamos tres de las más importantes batallas que hemos logrado, a saber, “El orgásmico final de la Comarca Aclux”, “El fin de las panteras de la tierra” y la pelea contra el Rosal y el Trombón, más conocida como “La Iliada”. Pues bien, recuerde que durante esos años compartimos alrededor de 8 horas diarias —sin contar, claro, las tertulias inolvidables en la cueva de Chila—. Ahora bien, es evidente que no nos vimos todos los días, sino que el calendario de ese entonces nos aseguraba al menos 10 meses. Si además restamos a esto los fines de semana —omitiendo que los sábados era un día en el que de todas formas nos veíamos o nos comunicábamos vía tasa-telité—, tenemos entonces que el tiempo aproximado de lucha que teníamos juntos era alrededor de 200 días (o, lo que es lo mismo, cinco días por semana). Multiplicando esta cantidad por las 8 horas en cuestión, tenemos un tiempo de 1600 horas que, divididas por el número de horas que tiene un día, equivaldría a 66,666666666666666666666666666667 días en dos años.

Esto demuestra que usted, en 2 años, me ha dedicado 5 días y medio más, que el tiempo que ha invertido en cagar durante el lapso de 8 años. Si hacemos la comparación lineal, usted habría compartido conmigo 266,666666666666666666666666666667 días en estos 8 años de amistad, lo que equivale a 4 veces más de lo que usted ha invertido en cagar. Es lindo saber que soy para usted 4 veces más importante que ir al baño. Es un motivo que a cualquiera, teniendo en cuanta que usted es el honorable Lobo, llenaría de orgullo y satisfacción.

Pero no me siento orgulloso de usted simplemente porque ha invertido sólo la cuarta parte en cagar de lo que ha invertido en estar a mi lado. Es motivo de orgullo saber que siempre puedo contar con usted, que usted es mi hermano y que, si algún día me preguntaran a quien aprecio y quiero realmente, ése, sin duda alguna, sería usted.

En efecto, cuenta la leyenda que una noche cualquiera, dos hombres cruzaron sus miradas y, en un instinto que puede interpretarse como la premonición de una gran historia, se hicieron roscas mutuamente. Ninguno se ofendió, sino que ambos personajes procedieron simultáneamente a realizar el tipo de roscas más absurdas y de diferentes tipos. Fue así como empezó todo. Tal unión se consolidó lavando unas medias mientras todos dormían. En ese momento, ambos personajes descubrieron que la ley de los indiscernibles de Leibniz no funcionaba, pues en tal instante Lacar I y Niferji —no lo bruja— no se podían distinguir y tenían la misma referencia.

Cómo olvidar el momento en que la leyenda se convirtió en una narración épica. El gran Lobo de la Montaña se convertía en el campeón mundial de Oratoria. Se dice que su discurso fue impecable. Lo hizo sin zapatos, sin medias, sin camiseta, de pie sobre un trampolín que estaba más o menos a metro y medio de una piscina llena de lava y orines. El lugar estaba lleno. El discurso emitido por el gran Sir. Caballero Ilomak, aunque no estoy seguro de esto, versó sobre la Revolución Francesa. La historia inédita y no revelada cuenta que Sir. Caballero Legan le había dicho en qué consistía, porque el gran Lobo no tenía ni puta idea.

Al siguiente día ambos tuvieron el honor de levantar las banderas de las diversas monarquías de las que pronto nos apoderaríamos. Lo curioso del asunto fue que, mientras se entonaban los himnos, las banderas se cayeron. Ambos personajes se miraron mutuamente, y aunque no se escuchó ninguna emisión, ambos pensaron “juaaaa” como indicio de algo vital en la vida de los Sir. Caballeros nadadores: las panteras.

No se sabe con exactitud dónde nació el predicado “pantera”; sin embargo, de lo que sí se tiene certeza es de que la extensión de tal predicado fue ampliándose día tras día de forma tal, que los Sir. Caballeros Nadadores se dedicaron a la tarea de luchar contra las panteras a través de la búsqueda de un eslabón perdido: la inmunidad. ¿Cómo ser inmune? Tal fue la pregunta que durante mucho tiempo los grandiosos Ilomak y Legan trataron de responder. Hoy, sin duda, somos inmunes, mas eso no le quita nada de importancia a la historia narrada en esta epístola. La cara de absorto absoluto que usted tuvo al saber que había sido enlistado conmigo en las filas de Guauxto 10 no se puede olvidar. Mucho menos la mirada de culo con pelos que le propinó a Sir Caballero Juliano que estaba atrás de mí (tal personaje que sin duda es importante en esta narración, no sólo por ser conocido como el destructor de Tuguancó y sus destrezas con el MiniBum, sino que por mucho tiempo, los arqueólogos e investigadores creyeron que tal personaje era el tercer Sir. Caballero).

No puede quedar fuera de mi memoria el hecho de que usted fue la única persona que se enteró de lo sucedido en el Campanario Sagrado (…) en la famosa velada en donde usted halló a la Baronesa, la cual, en la disputa de Viserta, lo alivió con caricias, remedios, besos, y quién sabe si con algo más (¿por qué nunca pude encontrarlo a usted en una situación parecida a la del campanario sagrado?).

Luego vinieron los viajes fantásticos a la tierra de Conde y Termiator, episodios casi inescrutables por lo apócrifo de las situaciones. Se sabe que ambos personajes, a media noche, se metieron a duchas distintas y cantaban muy duro. De tales viajes se sabe que los superhéroes lucharon contra las vetes, encabezadas por Miralomas, en lugar llamado Blue. En tales viajes se empezó a notar que tanto Sir. Caballero Ilomak como Sir. Caballero Legan, habitaban un paradigma que ningún otro podía compartir. En efecto, ellos dos, sin procurárselo, veían cosas que nadie más veía, v.g., el geopolítico bailando streaptease.

Innumerables son las anécdotas, tantas, que sólo pueden ser comparadas con lo significativas de las mismas, hasta el punto que hoy puedo decir que usted es mi hermano, ¡mi conciencia! Vale la pena recordar algunos episodios que bien pueden narrarse en la literatura con los siguientes títulos: “Lepidopterología en Colombia”, “Marica, camine pa’ la Paz”, “Ilian, la depredadora”, “Tengo una pregunta para Angel Rivera”, “Violencia Intra y Extra familiar: Ivonne, la hermana de Ivonne y la mejor amiga de la hermana de Ivonne”, “Sé qué hay en tus ojos con sólo mirar: una aproximación a las togas”, “Señor periodista”, “Las roscas de Jairo Osorio”, “Furia oriental”, “¿Cómo puede despincharse un Renault 4?”, “Amo a Jennifer: confesiones absurdas”, “La Bufona y Atenia: un problema de percepción”, “Análisis hermenéutico y giro lingüístico: del Dasain a la puta ahí”, “Problemas adicionales de la percepción: Milo y Melo Caramelo”, “¿Quién tiene más cara de perro?: una aproximación estadística”, “Sabor a mí y cómo Ilomak se convirtió en profesor de flauta”, “Prueba empírica de la inexistencia de la amistad en las mujeres: Mariana y Paola Andrea, un caso paradigmático”, “La increíble y triste historia del capitán Clítor”, “Guasa 2004: el mejor gol de todos los tiempos”, “Incontinencia y Vida Religiosa: una visión compatibilista”, “Andrea la gonorrea: un nuevo hito musical” y, por supuesto, “Ilogan, el tercer-único Sir. Caballero”.

¿Quién iba a pensarlo? 266,666666666666666666666666666667 días fueron más que suficientes para que usted fuera mi hermano. Suponiendo que genéticamente fuéramos hermanos, y que fuéramos gemelos —para haber nacido a la par— y sabiendo que el tiempo de gestación de una persona es de nueve meses, tenemos entonces que se necesitan 270 días para un parto. Esto me parece sorprendente, somos más hermanos que un par de gemelos.

Sir. Caballero Ilomak, a quién dirijo esta carta: sepa usted que me siento absolutamente agradecido por todos los momentos compartidos, que puede contar conmigo en las buenas y en las malas, como siempre ha sucedido. Así como usted siempre me ha brindado su hombro en momentos difíciles, cuente con el mío en momentos iguales o peores. Sin duda alguna, los momentos de balceo, aunque no son efímeros, sin duda creo que son menos importantes para la consolidación de esta leyenda que los momentos duros como el estreñimiento (…). Sé que no pasa ahora por la mejor de las situaciones, pero como siempre hemos hecho usted y yo, vamos para adelante, poniéndole la cara a la vida y a sus vicisitudes; sólo así, hemos logrado ser Sir. Caballeros Nadadores, sólo así, hemos podido ser inmunes. Los problemas, vistos desde un tiempo después, son motivo muchas veces de risa (aunque tal vez no dejan de ser melancólicos). Tal vez ahora nuestro enemigo no es una pantera, ni un número indeterminado de las mismas, tal vez ahora nuestra enemiga es la vida misma. Pero antes de que el arpa nos acoja con sus sonidos misteriosos, debemos lograr una nueva victoria.

¿Qué sería todo —para mí— sin un 10 de junio? Sería un motivo más para estar triste. Pero dado que el día en mención es su cumpleaños y, a causa de lo mismo, el día mundial del polvo, es para mí una fecha especial que, sin duda, anhelo que llegue como pretexto de demostrarle una vez más lo que usted significa para mí, es tan chévere como el conejo de los cereales Trix (…). Después de todo lo dicho hasta el momento parece surgir una paradoja: 61 días de mierda vs. 266,666666666666666666666666666667 en los mismos 8 años, ¿cómo si dentro de los 266,666666666666666666666666666667 hemos comido mucha mierda, podemos cagar tan poco? No lo sé, al fin y al cabo lo que es importante para mí es el hecho de que fue más rápido hacerme su hermano (i.e., el tiempo en que se hace una rosca), que el tiempo en que me siento al inodoro y espero hasta cagar. Lo anterior me hace sentir a veces un poco gay (no lo de las roscas, sino lo último, juaaaaaaaaaaaaa).


Fraternalmente (y esto sí que es de verdad),



S.C. Legan, su hermano
2° hombre más perro del mundo